La edad invertida
Hoy mi vida toma la forma de esas puertas giratorias, de dos caras idénticas, que mucho gusto me da hacerla girar para disfrutar de la “edad invertida”. A veces hablamos del regreso a la infancia, pero hoy, al invertir la cifra de los años vividos me transporto a aquellos maravillosos años en Jacobacci, cuando iniciaba una de mis tantas vidas. Hoy transito los veintiséis, sin carencias afectivas, gracias a una madre que sabe hacer también de padre. Que me educó en el amor y en la libertad, y me abrió las puertas del mundo. Tengo una mujer que me ama y a la que amo. Espero con ella pasar días felices. Quizá años. Muchos. Eso es un sueño, y la vida da muchas vueltas. Para que se cumplan mis deseos tienen que pasar muchas cosas. Ya veremos … En el carril inverso del camino veo un niño, que todos los días me devuelve a esos años, y me recuerda … Que, cuando no son malos, los sueños se cumplen. Que lo que un día viví con viejos amigos, hoy lo...