SOL DE PRIMAVERA




Hay quienes no tienen idea de lo que el mundo ha cambiado en los últimos años, y algunos intuimos que será mucho más lo que habrá de cambiar en un futuro cercano
Ya no estamos solos, ahora sabemos que tenemos siete mil millones de vecinos. En nuestro planeta, y quién sabe cuántos más fuera de él.
Antes creía saber quién era yo, ahora me miro en el espejo y casi no me conozco, entre otras cosas por la capacidad de asombro y los sentimientos nuevos que albergan mi alma.
Se vienen tiempos en los que habrá que echar mano de toda nuestra inteligencia racional y de todo nuestro instinto animal. Tiempos en los que poner todo nuestro talento creativo, todo nuestro arsenal de tácticas y estrategias al servicio de la supervivencia. Una dura batalla contra las vueltas de tuerca del destino, en la que sobrevivirán los que mejor preparados estén, en todos los sentidos.
Los grandes cambios geofísicos que vivimos nos abrirá la conciencia, y al abrirse las cortinas mentales descubriremos un poco más de lo que somos, de nuestras virtudes y miserias como especie. Nuestras relaciones están cambiando, desde las humanas hasta las internacionales, los suicidios aumentan al mismo tiempo que la fabricación de armas, claro síntoma de que en algunos aspectos nuestra civilización a involucionado.
Por fortuna las riendas las seguimos teniendo nosotros, de nosotros depende dirigir el galope y que el potro del destino no se desboque.
Ni apocalípticas ni alarmistas, todo lo contrario. Mis palabras, escritas en tiempo primaveral, son producto de constataciones a pie de calle, de aprendizajes por el camino, que solo pretenden alertar y evitar en lo posible, el dolor y sufrimiento que muchos de esos cambios están provocando entre nosotros.

España por ejemplo, acaba de entrar de nuevo en recesión, oficialmente, porque en el bolsillo ya lo notamos desde hace tiempo. Estamos a las puertas de un fin de ciclo en muchos aspectos, y los recortes no han hecho más que empezar. Después de unos años de bonanza (y despilfarro incontrolado), encaramos un período de restricciones, ajustes y reacomodación que tendrá consecuencias dolorosas para más de uno.
Pese a quien le pese, por una cuestión natural, también el barco de la monarquía hace aguas. Que preparen los salvavidas por si acaba como el Titánic.
Una rotura de cadera, (la punta de un iceberg de despropósitos), provocó un tsunami político y destapa ollas de donde sale un hedor nada agradable. Después de Urdangarín y la muerte de elefantes africanos, la fauna monárquica en peligro de extinción.
Se acaba también un período de relaciones hispanoargentinas, en las que no sabemos muy bien si hemos tocado techo, o hemos tocado fondo. Quizá porque estábamos navegando por aguas infectadas de cocodrilos, que al no verlos en superficie creíamos que no existían. Ahora sabemos que están y les llaman “multinacionales”, el poder de monstruos predadores extremadamente peligrosos. Aprendamos a descubrir y evitar la ponzoña de sus colmillos.

En ambas orillas, empresarios hambrientos de lucro inmediato, políticos que quieren su trozo de tarta, ciudadanos con los ojos vendados jugando a la gallinita ciega.
Ay!, mi querido Discépolo, habrá que hacerle un lifting a tu tango. Para los tiempos que corren qué corto se ha quedado tu Cambalache!.



                                              Un ricón de los Jardines de la  Fundación Sales

Con excepción de algún especulador carroñero, nadie puede beneficiarse de la nueva situación creada estos días entre ambos países. Si a todos nos afecta y nos duele, imaginaros cómo se siente alguien que  ha escrito un libro títulado Argentina en el alma, España en el corazón, que lleva más de 20 años contribuyendo con su trabajo y su vida a construir puentes de acercamiento e integración cultural.

El mar que nos separa es solo un accidente geográfico y la distancia de 10 horas y mil euros es ínfima si la comparamos con la historia común y el abismo sentimental que nos une.
En mi espacio de radio dije entre otras cosas lo sieguiente: "así como España es mucho más que Repsol, Argentina es mucho más que Cristina Fernández". No mezclemos el tocino con la velocidad, y dejemos trabajar a los responsables que nos metieron en este baile. Sigamos observando atentamente si sus pies llevan el ritmo adecuado para evitar más enredos, y seamos inteligentes para elegir la próxima pareja de baile.

Después del futuro perfecto yo tendré, y del futuro imperfecto yo tendría, hoy tenemos un nuevo tiempo, el “futuro invisible“, que se conjugaría más o menos así:

Yo lo busco, Tu lo perdiste, El no lo encuentra,
Nosotros nos indignamos, Vosotros lo padecéis, Ellos lo disfrutan.





Vistas del Recital Poético Musical "Poesía en el Jardín"

                          Tiago Machado, Maricarmen Gago, Jaime Correa y Maricarmen Álvaro


Ni el cielo gris, ni la lluvia impedirá que sigamos disfrutando del sol de primavera, luchando contra adversidades y malos augurios.

El encuentro poético musical que realizamos la pasada semana en los bellos jardines de la Fundación Sales, es un ejemplo más de que en las actividades culturales podemos encontrar antídotos anticrisis, efectivos y saludables.
Todos debemos buscar los mecanismos de subsistencia que nos asegure un mínimo de serenidad. Los mejores yacimientos de paz y bienestar siguen estando, como lo estuvieron siempre, en nuestro interior. La tolerancia no se encuentra fuera, como tampoco la voluntad, el optimismo, la alegría de vivir.

La cercanía a la niñez y a la juventud, es otra táctica eficaz para no olvidar lo que un día fuimos. Quién mejor que el niño que llevamos dentro para iluminar y aliviar el camino. Algunos con regalos extras en forma de hijos, con la bendición de un nieto y hasta la gloria de biznietos.




Aunque las cosas aumenten y el precio de la Yerba se vaya a las nubes, aunque no tengamos claro si las riquezas naturales son propiedad de unos pocos piratas o patrimonio de toda la humanidad, no es tiempo de dispersión y separatismos, de discrepancias o confrontación estéril.
                                    
                        “La madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar”

El universo nos brinda una oportunidad para reestructurar nuestras vidas. Podemos cambiar nuestra conciencia. Para eso debemos desterrar el miedo y convencernos de que somos capaces. Aún estamos a tiempo de reconvertir esta era de tecnocracia y consumismo en un nuevo tiempo de tolerancia, de empatía, de paz. Abramos pues las ventanas de casa, dejemos entrar el aire puro y fresco de la mañana y calentemos el corazón con el nuevo sol de primavera.


Comentarios

TIGUAZ ha dicho que…
Siempre es un placer concurrir a tus cosas y a nuestras primaveras.
Un abrazo. Eulogio.

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