Una velada singular

Fieles al sentimiento patriótico que pervive en sus corazones, la colonia argentina en Vigo se dio cita, para vivir una noche tan emotiva como inolvidable.
En esta ocasión en el Museo Etnográfico LISTE de nuestra ciudad, en el marco de las Noches Blancas que la Concellería de Cultura organiza todos los veranos.
Encuentro organizado por la Casa Argentina en Vigo, junto con el Museo Liste, y la colaboración de socios, amigos y simpatizantes de ambas instituciones.
El objetivo, no por ambicioso dejaba de ser apasionante: mostrar el amplio y rico abanico musical de las distintas regiones de Argentina. Tarea arto difícil, ya que la música está íntimamente ligada a otras manifestaciones populares, costumbres y tradiciones que conforman el panorama cultural del país. A pedido de las autoridades, se intentó dar a la reunión un carácter didáctico, por el cual el público asistente pudiera conocer y aprender lo más posible de nuestra cultura.

El acto comenzó con las palabras de bienvenida de la Directora del Museo Sra. Victoria Vázquez y del presidente de la Casa Argentina Dn. Hugo Aloe, quien a su vez presentó al profesor Jaime Correa Deulofeu, responsable del "Recorrido por el folclore argentino”, tal y como rezaba la invitación.
“La propuesta es todo un desafío, -decía el Presidente Aloe-, ya que, como podrán imaginar,  no es fácil resumir el universo rítmico-musical de Argentina
en pocas palabras y en un puñado de canciones. En una presentación didáctica, enriquecedora, y a la vez compatible con una reunión amena y divertida, como la que pretendemos vivir esta noche.”
Y vaya si se cumplieron los objetivos, a juzgar por el público que abarrotó la sala, y por el calor con el que participó, interactuando, aplaudiendo, cantando y disfrutando con cada una de las interpretaciones musicales.
Expectativas superadas, según palabras de la Directora, por la respuesta de la gente, por la magnífica exposición que complementó el encuentro, con trajes típicos (colección de Valeria Roncoyoli), artesanías autóctonas, entre ellas una colección de mates (de Dino Panozzo), unas boleadoras auténticas, productos de talabartería y tejidos araucanos de Ñumicán, Ingeniero Jacobacci, Río Negro, (colección del Centro de Arte Deulofeu).

 Cumplidos los minutos de cortesía, hizo su entrada en la sala Jaime y su guitarra, vestido con el típico atuendo gauchesco, bombacha, faja y rastra, camisa y corralera, pañuelo al cuello, poncho y sombrero.
Ofició de maestra de ceremonias Isabel Montes Balado, encargada de marcar la “hoja de ruta” del viaje, y dar entrada a cada región con una explicación de las principales características, ritmos más populares, instrumentos más utilizados, etc.
El viaje musical comenzó en Buenos Aires, con el sonido del bandoneón de Antonio Piedrafita, y los acordes de la Cumparsita, ambientando versos y tangos.

“Qué cosa maravillosa tiene la moza del Litoral…”
El tren subió hasta el Litoral, donde se sumó la voz de José Pérez Puente, para entonar a dúo Río de los Pájaros, rancheritas, chamamé y el típico sapukay.

“vidala tengo una copla, no me la vais a quitar…”, cantaba el gaucho, mientras su amigo Pascual Rao preparaba el mate. Y el público se fue animando, con las palmas y las voces que corearon el carnavalito “Humahuaqueño”.
Y en Cuyo apareció el mate. Entre tonadas y recitados el gaucho recordó que el Vino y el Mate, acaban de ser declarados “bebida e infusión nacional”. Noticia que se festejó con una alegre cueca y los populares “aro, aro”.

 

La rudeza aparente del gaucho esconde un corazón noble y sensible, mezcla que da origen a la ancestral nobleza gaucha. Por ello, el primer mate de cercanía y amistad, estuvo dedicado a los familiares de las víctimas de los trágicos accidentes vividos en estos días, en Santiago de Compostela y en Rosario, Argentina. Homenaje secundado con sonoro y emotivo aplauso.

Así llegamos al Norte y Centro, corazón del Folclore nacional, cuna de festivales, y grandes artistas. Allí el gaucho se lució con zambas y chacareras seguidas con entusiasmo por los asistentes. Dio cuenta también de otro elemento fundamental de la idiosincrasia argentina, el humor. El sentido del humor, la grandeza de saber reírse con lo bueno y lo malo que nos da la vida.
Ahí se vio en plenitud las cualidades de Jaime, con cuentos sobre la rivalidad de Santiagueños y Tucumanos, chistes del cordoooobes, y haciendo Chacay Manta con el acompañamiento de bombos legüeros.
De la región Sureña, también conocida como Pampeana, se rescató la mundialmente famosa milonga de Atahualpa Yupanqui “Los ejes de mi carreta”, y unas estrofas de la Payada que se hace en el VERBUM, con motivo de la Mateada Cultural.

El gaucho reservó la Patagonia para el final, por ser su tierra natal y tener allí raíces que le hacen escribir sentidos poemas como Cuando vengas a mi pueblo, o canciones como Patagoneando.
En el cierre, la directora agradeció la participación de todos, invitando a un vino de confraternidad en los patios del Museo, y una visita guiada por sus diferentes instalaciones.
Espléndida noche de verano, evocadora y nostálgica. Encuentro de culturas entre dos pueblos hermanos. Noche de reencuentros, en la que no faltó el recuerdo a los amigos y familiares que de ambas orillas del Atlántico habían hecho llegar su saludo y buena vibraciones. Noche de descubrimientos, constataciones, reafirmaciones, como el hecho de comprobar que cuando nos alejamos de la tierra de origen, todos nos convertimos en embajadores de su cultura, en cristales a través del cual cualquiera puede ver quiénes somos, de dónde venimos.
Con Un canto a Galicia, y su canción Argentina en el alma, España en el corazón, puso Jaime el broche de oro a una velada sin duda, singular.

Ecos y comentarios, resumidos en dos:
De un argentino, -anoche me he sentido feliz-.
De un gallego, -esta noche terminé de convencerme que tengo que conocer Argentina-