2012, año para recordar

 


Lejos de ser un contable, coincido en hacer de vez en cuando balance de lo actuado. Sobre todo en Diciembre, mes que cierra un 2012 histórico.
Especial también para muchos pueblos y culturas que creían que en estos días habría de pasar algo extraño, importante. Nunca faltan los exagerados que aprovechan cualquier excusa para crear confusión, provocar caos, lanzar profesias infundadas, llegando  incluso a hablar de fin del mundo. Como si fuera tan fácil terminar con él. Aunque haya quien piense que es más fácil hacer un mundo nuevo que arreglar el que tenemos.

Sin la responsabilidad del técnico economista, haré un balance a mi modo, empezando por una síntesis: a pesar de los avatares del 2012, para mi fue un año especial, que me dejará buenos y queridos recuerdos.
En primer lugar la salud, y sus dos caras. Gozar de ella no puede hacernos olvidar el dolor del que no la tiene. En todo caso, “tu buena salud” debería servir también para aliviar el sufrimiento del que la ha perdido.
Los coches, con una mano de chapa y pintura, una puesta a punto del motor, siguen tirando. Incluso cuando el bolsillo nos deja, podemos cambiarlo por uno más nuevo. Los humanos no tenemos esa suerte; debemos continuar con el mismo motor y la misma carrocería hasta el fin de nuestros días. Por eso hay que aprender a cuidarlo, como a esas obras de arte de la Edad Media que llegan a nuestros días en excelente estado de conservación. Aprendamos a restaurarnos para que nuestros hijos y nietos sigan disfrutando de nuestra belleza y de la maravillosa esencia humana que habita en cada uno de nosotros.


Viaje a Argentina

A pesar del invierno austral, en los meses de Julio y Agosto nuestra paleta de afectos se multiplicó por mil colores. Quizá por ir del verano, o porque la ausencia al pago se extendía demasiado, una vez más apostamos por el reencuentro, y en él, todos salimos ganando. Como no podía ser de otra manera, resultó un viaje de fantasía, conjugando actividades privadas, familiares, con otras de carácter público, social y cultural, que aún hoy seguimos digiriendo. 
En el fondo, una nueva oportunidad de seguir conociendo más y mejor un país maravilloso, y la idiosincrasia de su gente. En los ojos centenarios de Berta por ejemplo, volví a mirarme en el espejo, y recordé los versos de mi amigo Natlais Evans:
“… me busco, porque hay algo en mi que así lo intuye… Y por obra de un arte incomprensible, cual si fuera una óptica suprema, la imagen de aquel niño que fui y la forma del hombre que soy, se juntan se entrecruzan, se enciman, se integran.”
 

“Aunque la vida no venga bien envuelta y con moño,                                sigue siendo un regalo”

Lo he dicho antes, pero merece la pena recordarlo. Nuestro último viaje a la Argentina fue un regalo en forma de matrioskas, ese conjunto de muñequitas rusas que vienen una dentro de otras. De la misma manera, yo tuve muchos regalos, a cuál de ellos más bonitos, que se fueron encadenando a medida que cumplía con la hoja de ruta prevista. Regalos en todas las formas posibles. Algunos materiales, que significan mucho para mi, como los mates que me regalaron mi madre en Córdoba, Pachín en la radio de Jacobacci, y el gaucho Oscar Faúnde, en el corazón de la meseta rionegrina.
Hubo otros como la trochita en miniatura de la Gallega Mingot, los últimos libros publicados de amigos, los encuentros provocados por mi presencia.
Todo forma parte del botín afectivo con los que llenamos la maleta del regreso.
El reloj artesano de los amigos de Jacobacci, las piedras volcánicas de Patricia, los regalos gastronómicos como los asados, las empanadas o los pastelitos de Teresa. Otros intangibles como las reuniones en casa de Cholita, de Moni, Oscar, el Pelado Bertino, y la súpersorpresa de Cipolleti en casa de mi querido “Mono” Neri.
Y tantas otras cosas imposibles de enumerar, de explicar el calibre sentimental de cada una. Razón por la que pasamos el viaje cantando a Violeta Parra, “…gracias a la vida, que me ha dado tanto…”
Por haber encontrado a mi madre con su sonrisa renovada, y la ilusión recuperada por estrenar casa nueva. Por reencontrarme con viejos y queridos amigos, ex compañeros, ex alumnos, en cada uno de los lugares que visitamos.
Desde Guillermo con su camioneta y su corazón siempre dispuestos para llevarnos por esos caminos de Dios, hasta la Peti María Elena viajando desde su Patagones para organizar las típicas xuntanzas de la tribu roja.
Comprenderán que me extienda un poco más en este apartado, en esos encuentros, porque allí radica la fuente vitamínica y espiritual, que nos permite mantener sentimientos y utopías en niveles óptimos. Porque son gente sabia,  y de ellas aprendo cómo hacer frente a las sequías, a las cenizas volcánicas, las nubes tóxicas y cualquier adversidad que se les ponga delante, sin que menoscabe su espíritu de libertad y su altura de miras. Por eso, como dice mi prima Selva, “son habitantes eternos en mi corazón“.


Actividades del CAD 

Como va siendo tradición en nuestro Centro de Arte, tratamos todos los años de compaginar actividades culturales, personales algunas, públicas otras, con alumnos y amigos de cualquier rincón y procedencia, con quienes vamos conformando la Deulofamilia.
Algunos botones de muestra. Las presentaciones del libro “Argentina en el alma, España en el corazón”. Los recitales de poesía del Taller “La Pluma”. Las  Mateadas Culturales en el Verbum, etc.
Acción sociocultural posible gracias a la colaboración de mucha gente, a su talento, pero sobre todo al cariño que suman compartiendo nuestro viaje de sueños.

Comunicar mateando

Una de las facetas que continué desarrollando este año, y en la que me siento cada vez más cómodo, es la de “comunicador“. Desde aquí mi agradecimiento a Esther López, por el espacio y el tiempo que me dedica en su programa “La Noche con Esther”.
Ella, como Eduardo Aldiser desde su revista en la red, (Argentina es Folclore), contribuyen a difundir nuestras costumbres, creando lazos de interculturalidad muy valiosos.  Una experiencia radiofónica interesante, instructiva, y hasta didáctica.
En facebook, programa “La noche con Esther” RADIOVOZ.
Espacio “Mateando con Jaime”, todos los domingos 22 horas.



Viajar con mi amigos

Proyecto literario que está germinando y verá la luz en los próximos días. Bajo el título “Mis amigos viajeros” y la colaboración de unos cuantos amigos, compartimos relatos de algunos de nuestros mejores viajes.
Desde aquí mi agradecimiento y admiración por el valor y la generosidad de convertir esta iniciativa en algo útil para nuestro entorno familiar y para toda la sociedad.



15º Aniversario del CAD

Durante el 2013 el Centro de Arte Deulofeu estará de aniversario. Se cumplen 15 años de su inauguración, y lo festejaremos como corresponde. Es decir, sin tirar manteca al techo, con actividades en las que todos nuestros alumnos, familiares y amigos puedan participar activamente. De forma física o virtual. Oportunamente les daremos a conocer el programa. Que se preparen los músicos, poetas, artistas y artesanos.


Martín

He dejado para el final, pero no por menor importancia, el mejor regalo de mi vida ahora mismo: tener un nieto como Martín, y poder disfrutarlo todos los días de la semana.
La familia y los amigos me comprenderán, sobre todo aquellos que han pasado o están  pasando por experiencias similares. Absolutamente nada es comparable a tener un ángel entre tus brazos, poder acariciarlo, jugar con él, soñar que la vida es bella y convencernos de que vale la pena vivirla.
Yo comencé muy pronto a querer a Vigo y a Galicia, desde el primer día que pisé esta región de España. Pero si algo me faltaba para incorporarla definitivamente a mi archivo vital, era que esta tierra me diera un nieto. Una familia de inmigrantes en Galicia, necesitaba un gallego, para que el ancla se afirme en el fondo del mar, el que nos une a nuestro pasado. Y llegó él, con toda su carga de optimismo, vitalidad, energía y alegría. Y llegó Martín, para cambiarnos la vida.

Pedir perdón y agradecer

Las dos acciones más importantes con las que quiero acabar el año.
Perdón a todas las personas que he podido herir con mi conducta, con mis palabras, con mi ausencia, con mi silencio.  Por los abrazos que no alcancé a dar. Por  los amigos y familiares a los que no pude saludar en nuestra visita a la Argentina.
Y agradecer a todos aquellos que con su generosidad y cariño han ensanchado mi conciencia y mi corazón, han ampliado mi horizonte espiritual acercándome a una mayor comprensión de lo verdaderamente importante de esta vida, el cariño de los seres queridos. Esos que nunca te olvidan.
Como Titi de Martiniano, tres décadas sin vernos, 86 años de edad, y me sorprende una noche por teléfono desde Buenos Aires para contarme que sigue derramando lágrimas cada vez que lee mis poemas; para recordarme que un día, en su casita de cuentos de Bariloche me recibió con una alfombra de flores, porque: “así es como me gusta recibir a los poetas en mi casa”.

Por todo esto, y por mucho más que las palabras no alcanzan a contar, permítanme decirles: si a la “estación Diciembre 2012” arribo siendo un poco más bueno y mejor persona, es gracias a gestos como este, es gracias a vosotros familia, a vosotros amigos.
Por eso quiero desearles un futuro esplendoroso, bajo el cielo más limpio; corazón y alas fuertes, para que puedan recorrerlo de punta a punta. Y en ese mismo cielo, volver a encontrarnos muchas veces más.


Jaime Correa Deulofeu
Vigo, Diciembre 2012


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