Expectación Máxima

 
“Sevilla tuvo que ser,
con su lunita plateada,
testigo de nuestro amor,
bajo la noche callada…”

Semana especial por razones varias.
Comenzó con la celebración del 15º Aniversario de nuestro Centro de Arte, y acaba en el día de mayor ternura del año, el Día de la Madre.
En medio, un acontecimiento social que inspira una reflexión, la designación de una argentina como reina de Holanda.
Máxima Zorreguieta nació el año en que yo terminaba mis estudios terciarios y me disponía a comenzar mi carrera profesional en el ámbito de la enseñanza.
Un día conoció en Sevilla al príncipe Guillermo, heredero de la corona holandesa, y
desde entonces se ha ganado no solo el corazón de la casa de Orange, sino también el de la gran mayoría de los tulipanes. Hecho corroborado por mis buenos amigos holandeses Janny y Simón, con quien compartimos la alegría de esta unión.
Un hecho singular, sin precedentes, que junto a otros de trascendencia internacional con argentinos como protagonistas, genera sorpresa para algunos y admiración para otros.
Más allá de apreciaciones subjetivas, de análisis de rigor histórico, etc., está claro que no deja indiferente a nadie, y mucho menos a los argentinos.

La herencia de las dictaduras
Difícil, cuando no imposible, convencerse de que hay gente a la que no se le puede responsabilizar por la bestia que otros llevan dentro, de la barbarie que otros cometieron y cometen. Es difícil, cuando no imposible hacer creer a otros, que algunos solo fueron víctimas de lo sucedido, no cómplices. Es como querer culpar a un analfabeto por su falta de cultura.
Por otra parte, cual es el momento en el que una persona puede purgar sus pecados y cambiar, para convertirse en un ciudadano de bien, que trabaje el resto de su vida con la conciencia limpia por el bien de los demás. Tema polémico sin duda, que hay que afrontar con valentía, y con amplitud de miras. Ningún futuro se construye sobre el rencor.



Maltratados dentro y ensalzados fuera.
Así somos, orgullosos de lo nuestro, tanto que a veces se nos va la mano y desmerecemos al vecino cuando destaca. ¿Cómo va a ser Papa éste, si tomaba mate conmigo!?  ¿Cómo va ser reina ésta, si es hija de uno que trabajó para la dictadura!?.  ¿Cómo va ser  mejor jugador del mundo éste, si nació en uno de los barrios más pobres de la ciudad!?.
Hijos de la incoherencia, tenemos la autoestima por la nubes y el respeto al prójimo por los suelos. Cualidad nacional tristemente famosa, de la que no puede abstraerse ni la presidenta.

Paraísos perdidos
Por mis responsabilidades laborales y profesionales, he tenido la suerte de conocer y disfrutar algunos de los paraísos perdidos de la cordillera patagónica. En territorios de las provincias de Río Negro y Neuquén, donde Máxima y su familia poseen uno de sus refugios más exclusivos.
Recuerdo cuando iba con mis amigos, a pescar truchas a los lagos y ríos de esa región. Maravillas de la creación, patrimonio de la humanidad, imposibles de abarcar en una sola existencia.
Por experiencia propia, sé lo que significa el desarrollo de la infancia en esos parajes, y aunque en distintos estratos sociales, me alegra que parte de los primeros contactos de sus hijas con la naturaleza en estado puro, sea en mi querida Patagonia.

Argentinos for export
Hubo un tiempo en que Argentina exportaba carne y grano a todo el mundo. A pesar de que su situación interna social política y económica, está lejos de ser la ideal, en los últimos años está exportando otro tipo de productos, con ingredientes de humanismo y sencillez que despiertan admiración a propios y extraños. Con una mezcla de características que los hacen distintivos, llamativos, atractivos.
Lo veíamos hace unos años en España, en las series de Televisión, en las coproducciones cinematográficas, en los clubes de fútbol. Ahora, la categoría de ese producto made in Argentine ha subido escalones, instalando ejemplares en la cúspide de instituciones europeas y universales, como la Casa Real de Holanda o el Vaticano.
Hay costumbres autóctonas como el asado, el tango o el mate, que cada día conoce más gente, valorándolas y adoptándolas como propias.
Es de desear que los nuevos embajadores culturales, contribuyan a internacionalizar más aún nuestras costumbres, las mejores, las más elevadas de nuestra idiosincrasia, para que en la aldea global se nos conozca más y mejor.



Máxima expresión
Como el día en que un deportista argentino fue elegido mejor jugador del mundo.
Como el día en que un sacerdote argentino fue elegido Papa de la Iglesia Católica.
Hoy, vuelvo a sentir un pellizco en el alma de orgullo genuino, de ese que solo existe en las antípodas de la vanidad.
En este día en que una argentina se convierte en esposa de un rey, me planto a mitad de camino entre monarquías y repúblicas, entre democracias y dictaduras, y abogo por la libertad, la concordia entre los pueblos. Con el íntimo deseo de que comiencen a extinguirse las injusticias sociales, las diferencias de clases, la dicotomía entre nobles y plebeyos. Que estos nombramientos trasciendan sus círculos respectivos, y se conviertan en una inyección de moral y de fe, que vaya más allá del legítimo orgullo patrio, que deje atrás los desencuentros ancestrales, que recree la grandeza de un país que sabe cómo hacer las cosas, y tiene la materia prima para ello. Un país bendecido por Dios y la Madre Naturaleza, con una maravillosa riqueza geográfica, con recursos naturales vírgenes e inabarcables.
Querida Máxima, a este mundo hemos venido para ser felices y hacer feliz a los demás.Ambas cosas estás logrando, y te deseo la mayor suerte en lo que resta de camino.
Quiera Dios que esta nueva corriente exportadora, mejore la imagen de nuestro país, y nos de el plus de humildad necesaria para no confundir a un deportista con Dios, al Estado con el salvador de todos los males, al dinero público con una alcancía en la que cualquiera puede meter mano. Que tu personalidad y carácter ayude también a ablandar el acartonamiento del viejo continente y les contagie la energía y calor de Latinoamérica.
Larga vida para Guillermo y Máxima. Que en sus descendientes, junto a los de Felipe y Letizia, los niños argentinos y los jóvenes de Latinoamérica, comience a gestarse la generación que nos lleve hacia un mundo más justo y más humano para todos. Que así sea y yo lo vea.
Jaime Correa Deulofeu
Vigo, 30 de Abril de 2013



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