Por los pelos
Si después de haber vivido durante meses con el agua al cuello, te aseguran un final como el de anoche, el sufrimiento tiene otro gusto.
Ayer vivimos en el Estadio de Balaidos uno de esos días grandes de fútbol, histórico, de los que hacen afición.
El Celta se jugaba a cara o cruz la permanencia en la elite del fútbol español, en la “liga de las estrellas” una de las mejores del mundo.
Las cuestiones técnico-tácticas quedaban relegadas a un segundo plano, ya que había que jugar con un oído en la radio, con la mente fría y el corazón a mil.
La afición celtiña respondió, como de costumbre, llenando el estadio, luciendo sus mejores galas. Realmente un marco y un ambiente que ponían la piel de gallina, que tuvimos la suerte de vivir en vivo y en directo con mi amigo Pepe.
Ayer vivimos en el Estadio de Balaidos uno de esos días grandes de fútbol, histórico, de los que hacen afición.
El Celta se jugaba a cara o cruz la permanencia en la elite del fútbol español, en la “liga de las estrellas” una de las mejores del mundo.
Las cuestiones técnico-tácticas quedaban relegadas a un segundo plano, ya que había que jugar con un oído en la radio, con la mente fría y el corazón a mil.
La afición celtiña respondió, como de costumbre, llenando el estadio, luciendo sus mejores galas. Realmente un marco y un ambiente que ponían la piel de gallina, que tuvimos la suerte de vivir en vivo y en directo con mi amigo Pepe.
Excelente comportamiento del público, alentando permanentemente, animando a los jugadores a darlo todo en ese último partido. Aunque uno siempre echa de menos ese apasionamiento típicamente sudamericano que desde niño vivimos en cualquier cancha de argentina.
El triunfo ante el Español, dio por tierra las ilusiones de otros, condenando al descenso a clubes históricos como el Mallorca, Zaragoza o el eterno rival gallego Deportivo de la Coruña. Esta vez, la suerte se decantó por las Rías Baixas.
“…y dale alegría, alegría a mi corazón
es lo único que te pido al menos hoy.
Y dale alegría, alegría a mi corazón
afuera se irán la pena y el dolor…”
es lo único que te pido al menos hoy.
Y dale alegría, alegría a mi corazón
afuera se irán la pena y el dolor…”
Primero de Junio, 21 horas, una noche para recordar. Esperábamos este triunfo como al sol que se resiste a calentarnos la primavera.
Esperábamos este triunfo, para dar un poco de alegría a una población maltratada por crisis y corrupciones.
Esperábamos este triunfo, para dar un poco de alegría a una población maltratada por crisis y corrupciones.
Comenzamos la tarde con el "Sí se puede" y acabamos de noche con el tradicional “…ondiñas veñen, ondiñas veñen, ondiñas veñen e van", que hizo vibrar los cimientos del estadio, de la ciudad y los corazones un poco más pintados de celeste.
Y la rianxeira sonó más fuerte que nunca, para acompañar al Real Club Celta de Vigo un año más en primera división. !!Hala Celta!!
Comentarios