Sublime conectividad



A diferencia de algunos humanos, los afectos sí cumplen con la ley, y esta semana lo he vuelto a comprobar. La energía positiva de Jaiminés llega hasta la primavera del sur, completa el círculo y regresa en forma de nutrientes para que el otoño haga su trabajo en el sustrato de las relaciones humanas.

Hay quienes, como Nilda Mazzuca, lo explican por la Numerología, otros por la influencia de la Cruz del Sur, o la Ley de la Atracción expuesta en el libro El Secreto, de Rhonda Byrne.

Sea cual fueren las causas, lo cierto es que, en el plano afectivo espiritual, me siento como en un vivac de Nico Sperati camino de las altas cumbres, con vibraciones armoniosas que se producen cada vez que hablo con el corazón…  “Maravilloso corazón”, que diría Raphael:

-Hola corazón, cómo estás?
  
 -Muy bien, y tú?. Supongo que contento con lo vivido estos días. 
                                                                                 
–Por supuesto, en estos días y los anteriores, porque, la felicidad de hoy es fruto de muchas cosas. Claro que ninguna tan especial como los años junto a Inés. Por eso me gustaría que me ayudes a dar las gracias.                                 
¿A dar las gracias?, pero si a ti palabras no te faltan.                                                                      
-Sí, pero… tantos amigos que me escriben, y el cariño que me regalan, no sé…     
-Bueno, a ver…tú has oído hablar de la Teosofía?.                                                                                          
-Pues, la verdad que no.
    
-Es la sabiduría sin edad, eterna, el conocimiento de la verdadera realidad, de la que los humanos conocen una pequeña parte. Por ejemplo, todo el mundo habla de la gratitud, y no sé si saben lo que es, y para qué sirve.                                                         
–Debo reconocer que algo de razón tienes.                                                         
–Deberían empezar por reconocer el beneficio de lo que se recibe, comenzando por la vida misma. Por algo todas las religiones del mundo ponen el acento en esa emoción o actitud humana. Por eso no debes preocuparte, en tu forma de escribir va implícito ese sentimiento. Si a eso le sumas el contenido de tus reflexiones, tus amigos no necesitan mucho para darse cuenta cuánto les aprecias.                                                                                

–Me dejas más tranquilo. Bueno, como siempre que hablo contigo. Y hablando de agradecer, me acompañas a cantar algo?.
      
–Cómo no, tú ya sabes que la música y el canto es una de las mejores maneras de expresar las emociones. Y qué quieres cantar?.                                                                                

–Algo para compartir con mis amigos, de todas las edades, de todos los rincones, que estos días han vuelto a tocar mi alma. Dos canciones… una del gran Atahualpa Yupanqui “Yo tengo tantos hermanos”, y la otra de la gran Violeta Parra “Gracias a la vida".                                                                                 
–Menudo repertorio Jaime…bien vale un brindis.






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