TANTI TIEMPO

Las sierras cordobesas han sido siempre un remanso de paz y tranquilidad. Lo sé desde mi infancia en el norte. Lo comprobé una vez más en estos días que pasé junto a mis Delias, en Tanti, Valle de Punilla.

Las horas de descanso en un paradisíaco rincón natural como ese, sirven al alma para detener su vuelo, reubicarse en espacio y tiempo, restablecer los vínculos con otras almas.

Además de recordar cómo es la vida en el interior de Argentina, la humanidad de sus gentes, costumbres, etc., me sirvieron también para constatar en persona cómo se mueve el mundo en Pandemia, cómo se vive al “norte del sur”.

·         La visita a cualquier punto de Latinoamérica no deja indiferente a nadie, su vitalidad telúrica, su energía ancestral te atraviesa de lado a lado, despierta conciencias, cambia tu perspectiva…te enamora.

Lago San Roque - Villa Carlos Paz - Córdoba ARGENTINA



·         Para los que vivimos con ella un idilio desde la cuna, cada viaje no es más que un eslabón en la larga cadena de nuestra identidad cultural, de un sentido de pertenencia al que nunca nada nos hará renunciar.

Tal embelesamiento no tiene por que hacernos perder de vista el mundo y sus circunstancias, las que nos trajeron hasta aquí, las que conforman la actualidad. Salir por un momento del confort hogareño, escudriñar el horizonte, elevarnos, aumentar el zoom de nuestra mirada, es un ejercicio muy recomendable, saludable, necesario.

Eso nos permite ver, por ejemplo, a países ultimando detalles para entrar en guerra, (Ucrania, Rusia…), al tiempo que otros pueblos ultimando detalles para la asunción de sus nuevos gobiernos elegidos democráticamente (Chile…).  Unos demostrando que no hay vacuna que nos libre de la estupidez, otros empecinados en seguir creyendo en la libertad y la esperanza.

Dos ejemplos de rigurosa actualidad, que simbolizan la carga de evolución y decadencia que conviven en la mochila de la Humanidad. Con ellas viajamos… “con las penas y alegrías del amor” que diría Machado, con “nuestras propias virtudes y miserias” que diría Séneca, con “la eterna lucha por los derechos humanos”, que diría Jaime de Vigobacci.

Desde la España moderna hasta las villas suburbanas de Buenos Aires, desde el mal llamado primer mundo a las chabolas del mal llamado subdesarrollo, las necesidades son las mismas…paz y tranquilidad, trato digno a los mayores, igualdad y respeto a las mujeres, atención a la niñez y juventud, reparto equilibrado de los recursos naturales, respeto a los pueblos originarios, etc.etc.etc…



Tanti Tiempo necesitamos para darnos cuenta…?                                              

Tanti Tiempo nos lleva alcanzar el cielo de la convivencia en armonía? Tanti Tiempo necesitamos para alcanzar la felicidad…?                                            

O esa gloria es tan efímera que… nace y muere cada día, sin que nos demos cuenta.

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